Los fungicidas preventivos crean una barrera para evitar la germinación de esporas y la entrada de hongos, ideales en zonas húmedas o lluviosas.
Los fungicidas curativos detienen la expansión de hongos ya presentes en las plantas, actuando rápidamente al aparecer los primeros síntomas. Son ideales para frenar infecciones y evitar su propagación.
Los fungicidas sistémicos se absorben por las plantas, proporcionando protección interna y duradera contra infecciones profundas y difíciles de erradicar.
Los fungicidas de contacto protegen la superficie de las plantas contra hongos, siendo efectivos para infecciones externas y enfermedades visibles.
Los fungicidas preventivos son una opción ideal cuando se busca evitar la aparición de enfermedades fúngicas antes de que se manifiesten. Estos productos se aplican antes de que los hongos comiencen a atacar las plantas, creando una barrera protectora que impide la germinación de esporas y la entrada de patógenos. Esto los convierte en una solución perfecta para zonas con alta humedad o durante temporadas lluviosas, donde las condiciones favorecen el crecimiento de hongos.
Este tipo de fungicida es altamente eficaz para prevenir la propagación de enfermedades fúngicas en cultivos susceptibles, proporcionando una protección integral desde el interior de la planta, lo que garantiza que el hongo no logre establecerse ni dañar la cosecha.
Los fungicidas curativos son productos diseñados para detener la expansión de un hongo que ya ha infectado la planta. Su aplicación se recomienda cuando ya se observan los primeros síntomas de la enfermedad. Actúan rápidamente, interfiriendo en el desarrollo celular del hongo y deteniendo su avance, lo que ayuda a reducir la propagación de la infección.
Este tipo de fungicida es ideal para frenar infecciones ya desarrolladas, ya que actúa de manera inmediata sobre el patógeno, minimizando el daño en las plantas y asegurando que la enfermedad no se propague a otras partes del cultivo.
Los fungicidas sistémicos son absorbidos por las plantas a través de sus hojas, tallos o raíces, y se distribuyen internamente a lo largo de toda la planta. Esto les permite proporcionar una protección más profunda y duradera, lo que los hace especialmente eficaces contra hongos que afectan las raíces y las partes internas de la planta, como el moho y otros patógenos más difíciles de erradicar.
Este tipo de fungicida es ideal para cultivos que presentan infecciones internas o que se encuentran en áreas con alta presión de enfermedades fúngicas. Al ser absorbidos y transportados internamente, garantizan una protección prolongada, incluso en las partes más ocultas de la planta.
Los fungicidas de contacto actúan directamente sobre la superficie de las plantas, proporcionando protección inmediata contra los hongos presentes en las hojas, tallos y frutas. Estos productos no penetran en el interior de la planta, por lo que su acción es principalmente superficial. Son muy eficaces para controlar infecciones externas, como el mildiu o el oídio, y son especialmente útiles en la prevención de enfermedades fúngicas visibles en las partes aéreas de la planta.
Son ideales para situaciones en las que es necesario un control rápido y localizado de hongos en las superficies de las plantas, ayudando a mantener la salud de los cultivos sin afectar su crecimiento interior.
Cada tipo de fungicida tiene un modo de acción y una aplicación específica, por lo que es importante seleccionar el producto adecuado según la etapa de la enfermedad y las condiciones de cultivo. En ALMERISUR, te ofrecemos asesoramiento especializado para elegir el fungicida más adecuado a tus necesidades, garantizando así una protección eficaz y sostenible para tus cultivos.
La elección correcta de fungicida no solo ayuda a controlar las enfermedades fúngicas, sino que también mejora el rendimiento y la calidad de la cosecha, asegurando un cultivo saludable y productivo a lo largo de toda la temporada.
