Los abonos sólidos son una opción eficiente para mantener un suministro continuo de nutrientes a largo plazo. Su liberación gradual asegura que tus cultivos reciban los nutrientes de manera constante, sin sobrecargar el suelo. Disponibles en varias formulaciones, nuestros abonos sólidos se adaptan a las necesidades específicas de cada tipo de cultivo.
Los abonos cristalinos son ideales para cultivos que requieren una alta concentración de nutrientes de forma rápida. Se disuelven fácilmente en agua y se absorben rápidamente por las raíces de las plantas.
Características: Alta solubilidad, rápida absorción, adecuados para cultivos de alta demanda.
Los fosfatos son esenciales para el desarrollo de raíces fuertes y saludables, y para mejorar la floración y la fructificación en los cultivos.
Características: Fomentan el desarrollo radicular, mejoran la resistencia a enfermedades, ideales para cultivos de frutos.
Estos abonos aportan nitrógeno y azufre, nutrientes esenciales para el crecimiento vegetativo y la formación de proteínas en las plantas.
Características: Promueven el crecimiento rápido, adecuados para cultivos de hoja y vegetales de ciclo corto.
Los cloruros son una opción económica y eficiente para aportar potasio y otros nutrientes esenciales, mejorando la resistencia de las plantas a factores de estrés.
Características: Mejoran la resistencia a la sequía, regulan la absorción de agua, adecuados para cultivos de frutas y hortalizas.
Los abonos cristalinos de alta solubilidad y pureza, compuestos por materias primas de alta calidad y exentos de cloro, indicado para su uso en fertirrigación y que además aportan microelementos quelatados, cuyas fórmulas se adaptan a cada etapa del ciclo de cultivo.
Los Fertilizantes Cristalinos Solubles NEVASOL son unos abonos hidrosolubles ideales para su aplicación con sistemas de riego localizado (goteo, microaspersión, exudación), aunque también se pueden aplicar con el riego por aspersión, a manta o aplicaciones a mano. Pueden ser usados en combinación con otros fertilizantes simples o en combinación con productos complejos.
Los Fertilizantes Cristalinos Solubles NEVASOL son unos abonos hidrosolubles ideales para su aplicación con sistemas de riego localizado (goteo, microaspersión, exudación), aunque también se pueden aplicar con el riego por aspersión, a manta o aplicaciones a mano.
Pueden ser usados en combinación con otros fertilizantes simples o en combinación con productos complejos.
Los abonos fosfatos son ricos en fósforo, lo cual es ideal para el crecimiento de las plantas. Su uso es recomendable en jardinería, agricultura y acuarios. El uso de abonos fosfatados sirve para fortalecer las raíces, desarrollar frutos sanos, enriquecer las frutas y verduras, mejorar la floración, etc.
Estos abonos fomentan el desarrollo radicular, mejoran la resistencia a enfermedades y son ideales para los cultivos de frutos.
Los abonos fosfatos requieren un cuidadoso calendario de aplicación para evitar los riesgos de que la lluvia se lleve el abono, por lo que no debes aplicarlos las 48 horas antes de que llueva o sobre suelos con hielo, nieve o agua. Para aplicarlos se debe colocar el fertilizante debajo del suelo o introducirlo en su interior, si es posible colocándolos a 5 centímetros de la semilla.
Los abonos nitratos sulfatos aportan nitrógeno y azufre, son esenciales para la nutrición y el crecimiento vegetativo y la formación de proteínas en plantas.
El nitrógeno es un elemento indispensable para las plantas, ya que es uno de los nutrientes principales para el correcto desarrollo de los cultivos.
Los abonos ricos en nitrógeno son ideales para mejorar la estructura celular de las plantas, incrementar el área foliar y ayudar a que se activen las células necesarias para realizar la fotosíntesis.
Promueven el crecimiento rápido y adecuado para los cultivos de hoja y vegetales de ciclo corto.
Para aplicar los abonos de nitratos sulfatos se pueden aplicar de diversas formas, puede ser aplicándolo a la superficie del suelo, por riego o de forma subterránea.
Los abonos de cloruro contienen cloro, el cual es un nutriente indispensable para el crecimiento de las plantas, corrigiendo deficiencias de cloro y potasio del suelo.
El uso de abonos con cloro fomenta la fotosíntesis, mejoran la tolerancia de las plantas frente a sequías y salinidad y mejoran la calidad de los frutos.
Además, estos abonos se pueden combinar con otros fertilizantes y son fáciles de almacenar y usar.
Es recomendable su uso en terrenos arenosos y plantaciones con deficiencias en potasio.
Para aplicarlo de puede hacer mediante una sola dosis o dosis periódicas, se puede esparcir por la superficie del suelo o mediante herramientas diseñadas para ello.
No es recomendable su uso en suelos salinos o en cultivos de hoja.
Los abonos líquidos son soluciones con nutrientes disueltos en agua que las plantas absorben fácilmente. Se aplican por riego o pulverización, lo que asegura una distribución uniforme y favorece un crecimiento equilibrado. Su solubilidad permite una mejor absorción, incluso en suelos pobres, y corrigen rápidamente deficiencias nutricionales.
Son ideales para los suelos alcalinos o con aguas duras donde los nutrientes se pueden bloquear y las plantas no los aprovechan bien. Este abono está diseñado para nutrir las plantas, corregir o mejorar el pH del suelo y favorecer la absorción de nutrientes.
Características: Fácil de aplicar, alta solubilidad que permite una absorción rápida y pH ácido que mejora la disponibilidad de nutrientes.
Contiene nutrientes completamente disueltos permitiendo su absorción y disponibilidad inmediata para la planta. Este abono es muy utilizado en cultivos como tomate y fresa.
Características: Son 100% solubles, absorción rápida y uniforme, son de fácil aplicación, compatibilidad con sistemas de riego y son fáciles de almacenar.
Los fertilizantes ácidos ayudan a mantener o ajustar el pH del suelo dentro de unos valores ácidos, lo que lo convierte en ideal para las plantas acidófilas.
Contiene nutrientes esenciales para el crecimiento y desarrollo de las plantas.
Utilizar este abono logrará una absorción más rápida y eficiente y ajustar adecuadamente el pH según las necesidades de cada planta, además de ser fáciles de aplicar.
Para su aplicación es necesario mezclar la solución con el agua de riego mediante sistemas de fertiirrigación o pulverizando directamente sobre las hojas.
La dosis y el método de aplicación varía en función del tipo de cultivo, la concentración que posea el abono y del sistema de riego que se vaya a emplear.
Es importante utilizar una protección adecuada para manipular este tipo de abono debido a que puede ser dañino y corrosivo.
Los abonos líquidos en soluciones se tratan de fertilizantes que se disuelven en agua y contienen nutrientes esenciales para las plantas. Este abono permite una rápida absorción y distribución de los nutrientes en el suelo o mediante la pulverización.
Gracias a su estado líquido los nutrientes son fácilmente absorbidos por las plantas, así posibilitando que se corrijan las posibles deficiencias de forma más rápida.
Para su aplicación se debe diluir el abono en agua, tras ello, utiliza ese agua fertilizada para regar o pulverizar las plantas.
Hay diferentes métodos de aplicación, en fertiirrigación la solución se distribuirá a través del sistema de riego hasta llegar directamente a las raíces, mientras que la pulverización es útil cuando se necesita una absorción más rápida, además algunos de estos abonos permiten que se pueda aplicar la solución directamente al suelo.