Los insecticidas de contacto eliminan rápidamente plagas visibles como pulgones, sin necesidad de que el insecto ingiera el producto
Los insecticidas sistémicos se absorben por la planta y envenenan a los insectos que se alimentan de su savia, ofreciendo protección prolongada contra plagas internas.
Los insecticidas por ingestión eliminan insectos masticadores como orugas y escarabajos al consumir la planta tratada.
Los insecticidas de contacto son altamente efectivos para eliminar insectos al entrar en contacto directo con el producto. Estos insecticidas son perfectos para plagas como pulgones, moscas blancas y otros insectos visibles en la superficie de las plantas. Su acción es rápida e inmediata, proporcionando una solución eficaz para eliminar plagas al primer contacto. No requieren que el insecto ingiera el producto, pero su eficacia depende de una correcta aplicación sobre las partes expuestas de la planta.
A diferencia de los insecticidas de contacto, los insecticidas sistémicos son absorbidos por la planta, ya sea a través de las raíces o las hojas, y se distribuyen internamente por todo el sistema de la planta. Esto permite que los insectos que se alimentan de la savia de la planta, como áfidos o moscas blancas, sean envenenados sin necesidad de contacto directo. Son especialmente útiles para controlar plagas internas o difíciles de alcanzar, ofreciendo protección prolongada, ya que siguen actuando durante un período extendido. Su acción interna ayuda a proteger a la planta incluso de insectos que se alimentan de áreas no fácilmente accesibles.
Los insecticidas por ingestión son efectivos contra insectos masticadores, como orugas, escarabajos y larvas, que mueren al ingerir las partes tratadas de la planta. Este tipo de insecticida actúa de manera digestiva, causando daño al sistema interno del insecto, lo que impide que continúe alimentándose y lo elimina. Son ideales para controlar insectos que perforan o mastican las plantas, ya que su efecto se desencadena cuando el insecto consume la planta tratada. Además, ofrecen un control eficaz de las plagas que dañan los cultivos de forma continua.
Cada tipo de insecticida tiene una aplicación específica dependiendo de la naturaleza de la plaga, el tipo de cultivo y las condiciones ambientales. Con el uso adecuado de estos productos, es posible mantener los cultivos protegidos y optimizar la producción agrícola.