Este abono es ideal para suelos alcalinos o con aguas duras, ya que mejora el pH del suelo, facilita la absorción de nutrientes y asegura una nutrición más eficiente para las plantas.
Este abono, 100% soluble, permite una absorción rápida y eficiente de nutrientes, siendo ideal para cultivos como tomate y fresa y compatible con sistemas de riego.
Los fertilizantes ácidos ayudan a mantener o ajustar el pH del suelo dentro de unos valores ácidos, lo que lo convierte en ideal para las plantas acidófilas.
Contiene nutrientes esenciales para el crecimiento y desarrollo de los cultivos.
Utilizar este abono logrará una absorción más rápida y eficiente y ajustar adecuadamente el pH según las necesidades de cada planta, además de ser fáciles de aplicar.
Para su aplicación es necesario mezclar la solución con el agua de riego mediante sistemas de fertiirrigación o pulverizando directamente sobre las hojas.
La dosis y el método de aplicación varía en función del tipo de cultivo, la concentración que posea el abono y del sistema de riego que se vaya a emplear.
Es importante utilizar una protección adecuada para manipular este tipo de abono debido a que puede ser dañino y corrosivo.
Los abonos líquidos en soluciones se tratan de fertilizantes que se disuelven en agua y contienen nutrientes esenciales para las plantas. Este abono permite una rápida absorción y distribución de los nutrientes en el suelo o mediante la pulverización.
Gracias a su estado líquido los nutrientes son fácilmente absorbidos por las plantas, así posibilitando que se corrijan las posibles deficiencias de forma más rápida.
Para su aplicación se debe diluir el abono en agua, tras ello, utiliza ese agua fertilizada para regar o pulverizar las plantas.
Hay diferentes métodos de aplicación, en fertiirrigación la solución se distribuirá a través del sistema de riego hasta llegar directamente a las raíces y la pulverización es útil cuando se necesita una absorción más rápida, además algunos de estos abonos permiten que se pueda aplicar la solución directamente al suelo.
Los abonos líquidos, tanto en soluciones como ácidos, son una opción eficaz para aportar nutrientes de forma rápida y uniforme a los cultivos. Su aplicación mediante riego o pulverización permite una absorción inmediata, ideal para corregir deficiencias nutricionales. Los abonos ácidos, además, ayudan a ajustar el pH del suelo, siendo especialmente útiles en plantas que requieren condiciones ácidas para su desarrollo.